Historia del francés


Historia del idioma francés

Carlomagno conquistó a los galos y francos en el siglo XVI y con ello el francés, como lengua, comenzó a formarse poco a poco hasta llegar a como lo conocemos hoy día. El idioma francés moderno surgió en Francia con la mezcla del latín y provenzal. 

Es el idioma oficial de 22 países y uno de los idiomas oficiales de países como Bélgica, Suiza, Canadá, Haití y Madagascar. Como lengua materna lo tienen por 51 millones de personas en Francia y Córcega, en Canadá por 7.2 millones, en Bélgica por 3.3 millones, en Suiza por 1.2 millones, en Mónaco por 17,000 personas, en Italia por 100,000 y en los Estados Unidos (principalmente en Maine y Louisiana) casi 2 millones de personas lo hablan. 

En el África Subsahariana, alrededor de 5 millones de personas usan el francés como su idioma principal de comuniación (en Benin, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, Congo, Costa de Marfil, Djibouti, Guinea, Madagascar, Malí, Níger, Ruanda, Senegal, Togo y Zaire). También lo utilizan millones de personas en Indochina (Vietnam, Laos y Camboya). Además, en países ubicados en las costas sur y este del Mediterráneo, que fueron en su día territorios o colonias francesas (primordialmente en Argelia, Marruecos y Líbano), el francés se continúa hablando como segundo idioma.

Actualmente el francés pertenece al grupo de las llamadas lenguas "romance", que provienen del latín. Tienen su origen en el antiguo imperio romano y se formaron con la separación de regiones que anteriormente en la historia estaban unificadas.

Estas lenguas romance, que en realidad son una versión popular del latín, se extendieron gracias a las legiones conquistadoras romanas, cuando los ejércitos de Julio César, en el siglo I antes de Cristo, iniciaron la invasión de la "Galia de los Alpes", en el caso de Francia, entre otros muchos territorios.

Cinco siglos después, las tribus germánicas invadieron la Galia, incluyendo los llamados "francos", que huyeron de los ataques de nómadas del Asia central, y ello tuvo como consecuencia la pérdida por parte Roma del control militar y el nacimiento de una nueva clase gobernante de francos cuya lengua materna no era el latín. La población nativa adaptó el habla del latín popular, hablándolo con un marcado acento germánico, fundamentalmente en los sonidos de las vocales que aún en la actualidad pueden escucharse en el francés, sonidos que son desconocidos a cualquier otro idioma moderno descendiente del latín.

El francés y su gramática actual descienden del latín popular, más sencillo que el latín de la Literatura Clásica. Con el tiempo fue apareciendo un idioma "francés" que derivaba específicamente del latín hablado, lo que lo hizo aún más simple. El Latín que había modificado la pronunciación de las palabras con la invasión germana, cambió a un latín hablado por palabras o frases separadas, y comunicado según el orden de las palabras (el latín había sido extremadamente flexible porque la relación lógica entre las palabras podía detectarse en las terminaciones de las mismas, sin tener en cuenta su orden).

Los cambios paulatinos en la gramática hicieron cada vez más difícil para los hablantes del idioma actual entender el latín que aún se usa en documentos legales y en servicios religiosos cristianos. Como consecuencia de ello, tuvo que realizarse una codificación escrita del idioma hablado que se desarrollaba para su actual uso en derecho y política. Los llamados "Juramentos de Estrasburgo" fueron los primeros documentos escritos en un idioma claramente "francés" ("Francien," de "Frankish"), pronunciados por dos nietos de Carlomagno en 842 d.C.

Varios idiomas distintos descendieron del latín y uno de ellos es el idioma "francés": se hablaba en varias partes de la Galia post romana. Otros descendientes del latín son el llamado "provenzal", hablado en gran parte de la mitad meridional de lo que es hoy la Francia metropolitana. Sin embargo, el idioma francés ganó una situación más notoria como resultado de su asociación con el poder militar feudal dominante (la corte de Carlomagno y sus sucesores), cuyo alcance territorial y control eficaz de la vida de Francia fue creciendo con el tiempo.

La consolidación territorial que garantizó la posición en el futuro del "francés" como el idioma oficial de una monarquía centralizada (más tarde nación-estado) se produjo con el regreso de la corte francesa a París, después de su cambio a Aachen (Aix la Chapelle) bajo Carlomagno, y con el mayor éxito de sus ejércitos contra los ocupantes Anglonormandos de las principales zonas del norte y suroeste de Francia. De esta manera fue establecido el francés por el Edicto de Villers-Cotterêts en el año de 1539.

La utilización poética del provenzal medieval, mientras tanto, la cual ya había superado por mucho al francés en el llamado período de los "Trovadores," dio paso entonces a la producción literaria del idioma de la corte central y de las instituciones centrales de justicia y educativas - el idioma de París y la región que le rodea.

Desde fines del siglo XVII, cuando los esfuerzos oficiales para uniformar, estabilizar y aclarar el uso de la gramática francesa se institucionalizaron en la Academia Francesa, la gramática del idioma francés hablado y escrito actualmente sigue sin cambios y mantiene su esencia. El propósito u objetivo de esta uniformidad era política: por un lado se pretendía facilitar la extensión de la influencia de la corte y por otro lado, suavizar los procesos de derecho, administración y comercio a lo largo de todo el territorio de Francia e incluso más allá, como las empresas coloniales (en India y Louisiana), que abrieron nuevos escenarios en la consecución del crecimiento imperial.

Todavía hoy y tras la Segunda Guerra Mundial, que supuso la decadencia de la influencia del imperio de Francia, el francés permanece como el segundo idioma de una vasta población "francófona" que se extiende más allá de los territorios y dependencias de ultramar de Francia (Guyana francesa, Martinica, Guadeloupe, St. Pierre y Miquelon, Nueva Caledonia, Vanuatu, Tahití, Seychelles, Mauricio e Isla Reunión).