Historia del alemán


Historia del idioma alemán

La lengua alemana está formada por dos grupos de dialectos: el alto alemán (que incluye el alemán literario normativo) y el bajo alemán. Esta lengua pertenece al grupo germánico-neerlandés, y forma parte de la rama occidental de las lenguas germánicas, una subfamilia de las lenguas indoeuropeas. Es hablado en países como Alemania, Austria, Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, y en las regiones de Alsacia y Lorena en Francia y Alto Adigio en Italia.

En la actualidad y en cifras totales, podemos decir que cien millones de personas hablan alemán en el mundo: más de 80 millones en Alemania, a los que hay que añadir las comunidades alemanas que viven en el extranjero y mantienen su lengua de origen; siete millones en Austria, 300.000 en Luxemburgo, 3.400.000 en la Suiza septentrional y millón y medio en las regiones de Alsacia y Lorena. También hay germanohablantes en la Europa oriental. Fuera de Europa existen varias comunidades que hablan este idioma en Brasil, con medio millón de personas; Canadá, con unas 330.000 y Argentina con algo más de 250.000 mil alemanes de origen.

El alemán ocupa el sexto lugar entre las lenguas del mundo por el número de hablantes con los que cuenta. 

El latín fue la lengua oficial en los documentos escritos del Sacro Imperio Romano Germánico hasta mediados del siglo XIV, y que se extendía por la mayor parte de las actuales zonas de la Europa germanoparlante. Durante el reinado del emperador Luis IV (1314-1347), el alemán fue adoptado como la lengua de los documentos de la corte. En los últimos veinte años del siglo XV se introdujo como lengua oficial en muchos ayuntamientos, y también en las cortes de Sajonia y Meissen y en las universidades de Leipzig y Wittenberg. En el año 1500 el alemán se convirtió en una lengua aceptada por las cortes de Sajonia y Turingia y pasó a ser la lengua de las clases cultas y de los documentos escritos de uso público. Al mismo tiempo se inició la edición de libros en alemán medio en las ciudades de Wittenberg, Erfurt y Leipzig para divulgar su empleo, junto a su extensión a las ciudades occidentales de Maguncia, Estrasburgo, Basilea, Nuremberg y Augsburgo. Esta expansión y empuje ayudó a la desaparición y normalización de las diferencias dialectales de la lengua escrita.

Ya durante el primer cuarto del siglo XVI, surgió el alemán como lengua escrita de uso generalizado. Se inició en las tierras orientales comprendidas entre las ciudades de Erfurt, Meissen, Dresde y Leipzig, donde sus habitantes ya hablaban los dialectos del alto alemán que se conocen como medio y superior. Con la traducción al alemán que Martín Lutero hizo de la Biblia, el alto alemán se difundió desde las tierras medias orientales hasta el resto de las regiones, además del uso de esta lengua en panfletos, himnos, salmos y catecismos. 

De esta manera tenemos que el término "alto alemán", por un lado, se refiere a todos los dialectos, excepto a los de la rama llamada "bajo alemán"; y por otro lado, se refiere a la lengua escrita de uso generalmente aceptado. En torno al 1600, la lengua escrita ya estaba establecida y fijada, pero no fue hasta mediados del siglo XVIII cuando se consolidó su forma actual.

Debido a que a finales del siglo XIX existían varias normas escritas, vigentes en las diferentes regiones alemanas y en cada país donde se habla esta lengua, en 1901 los representantes del norte y sur de Alemania, de Austria y de Suiza se reunieron en una conferencia internacional y concluyeron que se debía adoptar un sistema uniforme de ortografía. El sistema fue organizado por el filólogo Konrad Duden y se conoce por Rechtschreibung der Deustschen Sprache (Ortografía de la lengua alemana), de la que se han publicado numerosas ediciones.

En el año 1898 se reunió una comisión compuesta por personas del mundo de la Universidad y representantes del mundo del teatro, cuyo trabajo consistió en redactar unas normas de pronunciación, que fueron generalmente bien acogidas, aunque no existe realmente una norma de pronunciación. Esta normativa se ha publicado en Deutsche Buhnenaussprache (Pronunciación alemana actual), cuya primera edición es de 1898 y fue reeditada bajo el título Deutsche Hochsprache (alemán culto). El idioma, hablado por las gentes de mayor nivel cultural, incluye la pronunciación originaria de sus respectivos dialectos. Se puede distinguir con claridad los diferentes grupos germanoparlantes, suabos, sajones, austriacos y suizos, por su característica forma de entonación y pronunciación.